Primera visita a la casa de campo y alrededores para finalizar una semana en la que he cumplido todos los días de entrenamiento:
-2 días de gimnasio
-2 días de rodillo (45' y 60')
-1 salida larga (2:00 h)
Volver a levantar pesas tras varios meses levantando sólo cervezas, se hizo duro. He estado toda la semana con agujetas, pero ya está superado. Poco a poco me voy haciendo con el rodillo (te pones un par de series y se hace ameno).
Llega el domingo, temperatura entre 0 y 5 grados. El lado vago intenta atraparte en la cama, pero como empecemos así ya la primera salida... Total que tras desayunar y preparar el equipo, cargas el coche y "pa' la Keli Camp". Primera intentona, vuelta al lago y frío en el cuello. Decido congerme la braga polar para no congelarme. Ésta es la buena, ya no hay quien me pare. Tras 1 horita por el carril bici del manzanares, parada técnica para tomarme una barrita sabor frambuesa.
Los domingos la casa de campo es una mezcla de todo tipo de ciclistas y corredores. Yo aquí cubierto de ropa hasta la cabeza y ves pasar a una señora de unos 60 años con pantalón corto... ¿estamos locos o qué?.
La segunda hora ya me he cansado de asfalto y me pongo a rodar por las "pistas" que nos ofrece el bosque madrileño, siempre en llano por supuesto, ya que no puedo pasar del 70% de mis pulsaciones máximas en esta parte del entrenamiento. El cuentakilometros marca 2 horas; los dedos de los pies congelados (tendré que comprarme unos calcetines térmicos); recogo el chiringito y me voy a por una paella. Al menos no ha llovido.